lunes, 25 de marzo de 2013

Rutas para Moto: Reservas de la Biosfera o Ruta del Agua día 1

Como el tiempo no lo aconsejaba  y las previsiones eran las peores imaginables para planificar un viaje en moto, decidimos que podíamos  hacer una ruta de tres días buscando buenas y divertidas carreteras para futuros viajes con la moto, y por ello, y aunque no ha sido una ruta llevada a cabo en nuestra magnífica BMW R 1200 ST , a todos los efectos, creo que servirá de incentivo para quien quiera hacerla y en nuestro caso, para volver ya en moto a llevarla a cabo.

La ruta como anuncia el título hará posible visitar tres zonas declaradas Reservas de la Biosfera : Muniellos y Somiedo en Asturias y los Ancares, a caballo de Lugo y León (en sentido estricto la Reserva se sitúa en León como ya veremos).




Han sido casi 800 kilómetros divididos en tres etapas, que pueden servir de referencia aunque los puntos de partida del viaje puedan ser diferentes.
Incluso pueden ser tres etapas independientes o ampliables, porque sobre todo Somiedo, a mi juicio, tiene posibilidades y encantos suficientes para dedicarle dos días enteros a recorrerlo.

Lo primero y como ampliación de conocimientos para quien no lo sepa, decir que la protección que conlleva la declaración de Reserva de la Biosfera se refiere a que no sólo se considera la protección de los ecosistemas y las especies sino también la protección de las formas de explotación de los recursos naturales más tradicionales de forma sostenible y por tanto compatibles con la conservación y desarrollo local de dichos territorios y evitando con ello el abandono de los mismos y por tanto conseguir zonas en las que sean conciliables tanto la conservación de la naturaleza como el desarrollo económico y social de la zona.

Sea como sea , nosotros hemos disfrutado de estos Parques Naturales en una época del año muy especial durante los primeros días de la primavera, y cuando el gran protagonista ha sido el agua , en forma de lluvia, manantiales, cascadas, ríos casi desbordados y por último en forma de nieve en las altas cumbres del recorrido.

Sin más preámbulo decir que el viaje por los parques naturales lo planificamos para empezarlo por la Reserva Integral de Muniellos y el Parque Natural de las Fuentes del Narcea ,Degaña e Ibias al que la comarca debe su nombre.

Se puede decir que una gran parte del recorrido lo hicimos remontando el cauce de un Narcea en todo su esplendor.

He aquí el recorrido realizado.


Ver ss 2013 ruta 2 primer dia a Navia de suarna en un mapa más grande



Merece la pena desde oviedo  por la Autovía hasta pasado Salas  que es donde en este momento termina de momento la autovía, continuamos por la N-634 y aproximadamente en Pereda cogimos, siguiendo las indicaciones hacia Tineo, por la AS-216, para llegar a nuestro primer destino, Tineo.
El Concejo de Tineo es  uno de los mayores productores de leche de Asturias con casi el 10% de la producción, y famoso entre otros productos por la conocida mantequilla Imperial que se elabora desde el año 1920 en la fábrica de Tineo, capital del concejo. El pueblo en si, al menos a nosotros y en un rápido y lluvioso paso, no nos aportó nada especial  y tras rápida parada para hacer unas compras y tomar un café, salimos siguiendo la AS-214 hasta enlazar con la AS-15 en Pousada .
conjunto de hórreos a los pocos kilómetros de Tineo
Una vez en la AS-15 disfrutaremos de una magnifica carrera tanto por su trazado como por su buen estado, así como un paisaje digno de observar como sería la tónica en todo el viaje.
Buena parte del trazado discurre remontando el cauce del río Narcea que aún siendo un afluente del Nalón, es por sus características considerado un río principal y el segundo más importante de Asturias con sus más de 100 kilómetros de longitud hasta su desembocadura en el Nalón en la localidad de Forcinas (Pravia).


Pequeño embalse del Narcea junto a Central eléctrica
A muy pocos kilómetros de Cangas del Narcea, encontramos una agradable sorpresa que nos hace recordar que no estaría de más que al planificar la siguiente ruta nos ilustremos antes bien con las cosas interesantes que ver.
La agradable sorpresa la encontramos en la localidad de Corias donde se encuentra el imponente monasterio de San Juan Bautista considerado por algunos el Escorial asturiano por sus volúmenes y su estética herreriana.


Monasterio de San Juan Bautista en Corias. 
Este monasterio fundado en el año 1022 por los poderosos y hacendados condes Piniolo y Aldonza,  debe su actual configuración neoclásica a la reconstrucción iniciada en el 1774  por Ferro Caaveiro, el maestro de obras de Santiago de Compostela con la revisión de Ventura Rodríguez, tras el incendio del año 1763 del que sólo se salvó la iglesia y la sacristía.

Junto al Monasterio podemos contemplar también un precioso puente medieval.

Como no contábamos con esto y la jornada se proveía larga hasta llegar a donde teníamos previsto dormir, nos limitamos a sacar unas fotos y anotarlo para visitarlo la próxima vez.

Una vez en Cangas del Narcea, decidimos desviarnos un poco de la ruta inicial para adentrarnos un poco en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, continuando por la AS-15 en dirección a Degaña.

Tras pasar el puerto de Rañadoiro por el muy reciente túnel y hacer unos kilómetros por una magnífica carretera, dimos la vuelta con idea de subir a ver el monasterio de Hermo, que por su ubicación prometía hacernos disfrutar de muy buenos paisajes.

En la misma AS-15 y en concreto en el pueblo de rengos, cogimos la desviación para subir a la aldea de monasterio de Hermo, situada muy cerca del nacimiento del Narcea.
La subida se realiza por una carretera por la que tuvimos que circular despacio por dos motivos, la cantidad de ramas que había por la calzada y que había que esquivar y segundo y más importante, para disfrutar de un paisaje de bosque de cuento de hadas, al atravesar el inmenso hayedo que rodea toda esta zona y que con sus más de 1.500 hectáreas de extensión es el de mayor tamaño de Asturias.
Como por la época del año, al estar desprovistos de hojas no disfrutamos de su colorido pero a cambio, nos permitió disfrutar una vez más del espectáculo del agua en ríos y cascadas.



Cuando llegamos a la aldea, la primera impresión es de que nos hemos trasladado en el espacio y a través de un túnel del tiempo hemos viajado al Valle de Arán por el tipo de construcción que nos encontramos.

El tiempo no acompañaba mucho para la visita, pero al menos pudimos disfrutar de la paz y tranquilidad que se respiraba en el ambiente y detenernos un poco en la contemplación de la iglesia de Santa María, que según la información que he podido encontrar, data de los siglos XII y XIII y reformada en el siglo XVi, tiene planta románica y esta declarada Monumento histórico artístico.


Iglesia de Santa María de monasterio de hermo.
También en la aldea, encontramos vestigios de otro tipo de arquitectura muy común en Asturias, la arquitectura industrial relacionada con la minería ya en muchos lugares abandonada.

Ya de regreso a la AS-15 y en el pueblo de Posada de Rengos, tomamos a la izquierda la desviación a Moal por la AS-211 con idea de rodear el Parque Natural de Muniellos y al menos hacernos una idea del mismo, ya que aunque nos acercamos al centro de interpretación donde había leído que tienen un mirador para poderlo contemplar desde arriba, estaba cerrado y nos tuvimos que conformar con detenernos en la carretera y verlo a lo lejos y contemplar los bosque que cobijan al río muniellos y que forman parte del Parque.


Así y tras pasar el puerto de connio, a 1.313 metros de altitud, nos dirigimos ya buscando un sitio en donde comer algo (eran cerca de las cuatro de la tarde), hacia San Esteban.
Una vez repuestas fuerzas en el único sitio abierto que encontramos pero donde no conseguimos entrar en calor, nos dirigimos hacia Boire, donde según el mapa del MOPU que llevábamos salía una carretera que atravesando la población de Folguerias de Boiro, enlazaba con Rao ya en la sierra de Murias y cerca de los Ancares Lucenses.

Folgueiras de Boiro.
La carretera existir existía pero se trataba en realidad de una pista forestal que en su inicio engañaba al aparentar casi a punto de ser asfaltada, para terminar poco a poco convirtiéndose en una carretera que nos hizo agradecer llevar un todo terreno y sobre todo no haber ido en moto porque hubiera sido una aventura y no sé si agradable.
Eso sí, el camino nos deparó imágenes como estas:




Una vez llegados a Rao y recuperada la carretera "normal" sin más dilación y para que no se nos hiciera de muy de noche por carreteras de muchas curvas, nos dirigimos a nuestro destino final en Navia de Suarna, donde nos esperaba la última sorpresa del día, eso si, agradable.


Puente medieval en Navia de Suarna

A Navia llegamos ya de noche y por tanto nos dirigimos directamente al hotel, en concreto Casa Suarna que recomiendo tanto por lo agradable de las habitaciones como por lo atentos en el servicio.
Aquí, y como veníamos de haber comido un poco "raro" decidimos pedir consejo en el hotel, y tras dar un paseo por el pueblo bajo el paraguas y comprobar que los bares recomendados no nos encandilaron precisamente, a pesar de los kilómetros ya hechos todo el día decidimos coger el coche e intentar dar con el caserío que nos recomendaron a unos 7 kilómetros del pueblo (imposible llegar si no te lo indican y aún así de primeras nos perdimos un poco).
Pues bien, al caserío en cuestión se llegaba en el último kilómetro, por una pista que desembocó en el citado caserío, en una noche de oscuridad total que no hacía presagiar nada bueno (vemos demasiadas películas de terror, o en mi caso trailers) y al llegar el panorama fue una casa que parecía abandonada, y dos burros como compañeros de parking.
Al final, aparecieron los dueños, casi tan sorprendidos como nosotros porque no esperaban ya a nadie(estaban a punto de jugar la partida) pero si, se podía cenar y para completar la sorpresa, con una extensa carta en la que no faltaba de nada.
Tras adecentarse los dueños para ofrecer sus mejores servicios como restauradores, y tras enterarnos un poco de cómo y porqué de estar allí tan aislados, nos dimos una merecida y suculenta cena acompañada de un Don Bernardino tinto mencía de la Ribeira Sacra que nos encantó  (por sólo 13 euros) y que fue un agradable descubrimiento y quizás el primer vino a incluir en una posible nueva sección del blog sobre vinos que nos hayan gustado y de buen precio que vayamos encontrando en nuestros viajes.
La cena consistió en :
-Ensalada de canónigos con cecina y mango.
-entrecot de carne del propio caserío
-albóndigas de jabalí con patata cocida desecada
-proste de la casa "ancares" consistente en yogur natural, mermelada de calabaza y frutas del bosque .

y como referencia un folleto del caserío....

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