Al final ha habido suerte, y al menos Sergio se ha dejado convencer de que era un buen plan y se ha animado a venirse conmigo. Además, María me ha aconsejado unas ruta nueva que encaja con la que quería hacer yo por el Valle de Cabuérniga y he decidido probar. Un acierto.
En fin, que aunque había quedado con mi hijo Sergio para salir a las 12,15 pm en la gasolinera de siempre en la M-607, para no variar ha aparecido tarde, cerca de las 13,00 y para colmo nada más ponernos en ruta he tenido que parar para rellenar aceite. Luego y por las horas, derechos a Burgos para llegar a comer.
El viaje hasta Burgos bien, buen tiempo, poco tráfico y llegada sobre las 15,00. Repostaje para las motos, y para nosotros. Después, una vez recibida información de sugerencias en el móvil, hemos dirigido nuestros pasos por la N-623 camino del Puerto del Páramo de Masa.
La subida hasta el puerto muy divertida, buen asfalto, buena cantidad de curvas, buen tiempo.
Una vez arriba he comenzado la parte gráfica del viaje, en un paisaje que el viento que nos ha acompañado hasta allí justifica...
La verdad es que este paisaje de modernos molinos de viento empieza a ser habitual en nuestros días.
Salvo los molinos poco que ver allí, por tanto foto de rigor y continuamos viaje a zonas más "moteras" y sobre todo más bonitas.
Con el paso de los kilómetros el paisaje empieza a cambiar. Más vegetación, más verde, y más curvas, pero nos espera lo más espectacular, el embalse del Ebro.
Antes, y como decía bien asesorado, nada más cruzar por primera vez el Ebro tras pasar las hoces del Alto Ebro y Rudrón, nos desviamos a la izquierda de la N-623 hacia Escalada y sobre todo hacia Orbaneja del Castillo, lugar elegido por los Templarios para levantar el convento y hospital de San Albín, encargado de ofrecer albergue y protección a los peregrinos del camino de Santiago.

Por una preciosa carretera estrecha, muy arbolada y que discurre por el angosto cañón del Ebro, dotando a las rocas de un sinfín de formas a cada cual más espectacular, se llega a Orbaneja, y nada más llegar nos ofrece su cascada, que parece brotar de las casas más altas del pueblo.

Este recibimiento invita a avanzar unos metros y seguir disfrutando de un paisaje especial, y cómo no, a hacerse alguna foto más. Con la suerte de que la cantidad de turistas que pasean por la localidad nos permite por segunda vez una foto de los dos, padre e hijo, en paraje tan especial...
De haber contado con un buen mapa (fallo habitual en mí) probablemente hubiéramos seguido la carretera hasta Ruerrero y de alli por la CA-274 subir hacia Villanueva de Carrales, pero al no tenerlo deshicimos el camino para volver al la N-623 y seguir hacia el embalse.

El embalse nos recibió con impresionantes imágenes de un montón de gente practicando Sky surf, lo que nos hace pensar por primera vez que a lo mejor nos hemos perdido o desorientado y estamos ya en la costa.¿o no es para pensarlo cuando observas este paisaje....?
Uno se tiene casi que frotar los ojos para creerse lo que ve sabiendo que estamos muy en el interior y no en la costa.
Este embalse tardó en construirse casi 24 años y es el segundo de mayor capacidad de la cuenca hidrográfica del Ebro. Su construcción y puesta en funcionamiento supuso cambios climáticos en la zona con nieblas frecuentes durante el invierno de las que doy fe en nuestras frecuentes subidas a Asturias al pasar por Reinosa.
Unos pocos kilómetros más y cogemos el desvío hacia Reinosa por la CA-171, y tengo que hacer un esfuerzo por sustraerme al encanto del paisaje y no parar cada poco para hacer alguna foto.
Llegamos a Reinosa para enlazar con la CA-183 camino de Alto Campóo, y con un paisaje que vuelve a cambiar, disfrutando de las últimas nieves de la temporada. A pocos kilómetros la localidad de Fontibre, famosa por haberse ubicado en la denominada Fuentona de Fontibre el nacimiento del Ebro, a pesar de que, en términos científicos, ahora es bien sabido que el origen principal de las aguas del Ebro es el río Hijar que nace en el circo del Pico Tres Mares, a 1.880 metros de altura, filtrándose gran parte de su caudal aguas abajo de Paracuelles, a unos 800 metros de que vuelva a resurgir en la Fuentona .
Pasado Fontibre y a la entrada de la localidad de Espinilla, tomamos a la derecha la CA-280 camino del puerto de Palombreras, inicio del impresionante en cualquier época del año Valle de Cabuérniga.
En el alto, nada invita a imaginar el paisaje que estamos a punto de contemblar. A un lado, mirando hacia Reinosa, pastos y cumbres,
Al otro, hacia Cabezón de la Sal , frondosos bosques.
La bajada, sin palabras. Buen asfalto y vistas maravillosas, sobre todo en esta época del año, en la que la ausencia aún de hojas en los árboles te permite ver el horizonte.

Eso si, hay que ir con precaución porque hay tramos en los que la visibilidad no permite alegrías en la conducción.
Pero rincones como los que te encuentras en cada curva, hacen que merezca la pena...
Una vez finalizada la bajada, parada para un reconfortante café en Valle y última decisión del viaje: iremos por la CA-182 camino de Puentenansa y de allí a Pesúes, en la desembocadura del Nansa, y junto a Unquera.
La carretera hasta allí, digna de aparecer en cualquier guía motera. Buen asfalto, curvas de amplio y fácil trazado, poco tráfico, y por tanto magnífico colofón al viaje, y con la posibilidad si se quiere de hacer un alto para visitar la cueva del Soplao, considerada una de las maravillas de la geología mundial por la calidad y cantidad de las formaciones que alberga en sus 17 kilómetros de longitud total, aunque sólo 6 están abiertos al público.
En ella se encuentran formaciones poco comunes como helíctitas (estatalactitas excéntricas que desafían la gravedad) y draperies (sábanas o banderas traslúcidas colgando del techo). Su formación data del Mesozoico, concretamente del periodo Cretácico, hace 240 millones de años.
La cavidad fue descubierta accidentalmente durante unas labores de perforación minera .Llegados a Unquera, ya un poco cansados, y por la hora quedando poco tiempo de luz, decidimos coger ya dirección Oviedo por la N-634, que a la altura de Llanes se convierte en la A-8 (siendo el tramo Unquera-Llanes el único que queda por terminar de la autopista) y dirigirnos a nuestro destino en La Pesa, a unos 8 kilómetros de Ribadesella, en el punto kilométrico 312 de la citada autopista.
Ha sido una muy buena jornada de motos...
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