Primer viaje a Asturias en la Suzuki SV

Esperábamos ese fin de semana con mucha ilusión, pero a medida que avanzaba la semana las previsiones de tiempo no nos daban ninguna alegría.
Aún así, llegado el viernes, y a pesar de que en Madrid no llovía sino que diluviaba, decidimos que nada nos rompería el viaje y salimos con la esperanza de que la lluvia no durara mucho. Afortunadamente así fue, y pasado Buitrago salió el sol y el resto del viaje fue bastante bueno.

El sábado amanecimos pronto para ponernos en marcha hacia Gijón aprovechando para hacer algo de ruta fuera de la autovía y hacer alguna visita "obligada" como pasar por la Cuevona...

Y tras una buena bajada por carreteras interiores entre arboledas, nuestro destino: Gijón, y en concreto el recinto de la Feria de Muestras.

Nos esperaba el primer Salón de la Moto de Asturias en Gijón, que nos sirvió de excusa para la realización del viaje.

Allí pudimos disfrutar contemplando preciosas motos de antes, y espectaculares motos actuales,

Ya por la tarde, de regreso, era el momento de hacer un poco de turismo motero, y buscar buenas carreteras de curvas y de mejores paisajes, y qué mejor manera de empezar que por el mirador del Fito.

La mañana del domingo, y pensando en el viaje de vuelta, la dedicamos a  ver los alrededores de donde tenemos la casa en La Pesa, y hacer unos kilómetros (pocos)  de los que nos gustan, por sitios tranquilos y de buen asfalto. Como por la ensenada de Niembro...

O el mirador de la playa de Torimbia, probablemente de los más bonitos de Asturias.

Todo estaba saliendo según lo previsto. No se podía pedir más a un viaje de padre e hijo, esperando al siguiente ya con la presencia también de Pablo...
Salvo a la hora de marchar, que volvió a amenzar lluvia y quizás fué un presagio de lo que sucedería después.

Pasado ya el ecuador del viaje, a unos 200 km de Madrid, tuvimos que parar a repostar, y allí nos esperaba una trampa en forma de socavón, que acabó con Sergio por los suelos y la moto bastante dañada.

En fin, mala suerte, disgusto grande, y lo que podía haber sido un fin de semana genial, se truncó al final dejándonos un muy mal sabor de boca, que nos quitaríamos en el viaje de septiembre con Pablo...